Chats privados; Los papasitos de la literatura moderna#14
Buenos días seguidores:)!Ánimo, ya estamos a mitad de semana! Ademas mañana tendremos nuevo capitulo de mi novela Un giro inesperado. Estoy impaciente por volver a leer vuestros comentarios.
Pongamos de mientras un poco de humor que nos haga pasar las horas mas rápidamente;)...
Hoy le toca a Christian Grey meterse en Hermoso Desastre y narrarlo desde su punto de vista.
http://passionporlalectura.blogspot.com.es/2013/12/chast-privados-los-papasitos-de-la_11.html
A disfrutar seguidores....:)
Caminamos en silencio hacia la Suite en la
que duermen Cipriano, Black y Lightwood.
Cipriano se detuvo, mirando la puerta
adelante, y aunque él duerme aquí, me da la impresión de que está preocupado.
— ¿Qué va mal, Muchacho
—Jace me da escalofríos. Cada que estoy a
solas con él empieza a hablar empalagosamente bien de sí mismo.
Lightwood, concuerdo con Maddox en que
alguien debería de bajar a ese Rubio del pony.
—Bueno, entraré contigo. Si él se atreve a
volver a hacerlo lo esposaré y le daré un par de latigazos, ¿De acuerdo?
Patch sonrió y me dio un amable puñetazo
en el hombro. —Gracias, Grey.
No sé por qué razón empezamos a llevarnos
bien el angelito y yo. Quizá porque su chica se apellida “Grey”. Eso aún nos
hace reír. Nos acercamos más a la puerta, y Cipriano tomó una profunda
respiración antes de tocar. Esperamos, pero nadie abrió.
—Supongo que no hay nadie. —dije. Es
nuestra última noche en Las Vegas, lo más seguro es que todos hayan ido por ahí
a saturar mis tarjetas de crédito. Pendejos.
—Lo dudo. —golpeó la puerta de madera con
el costado de su puño y la abrió.
— ¡GRACIAS, GREY! —gritó la multitud desde
adentro
El techo estaba lleno con burbujas rosas y
negras, cada centímetro estaba cubierto con globos de helio, con largas cadenas
plateadas colgadas hasta llegar a las caras de los invitados. La multitud se
separó, y Maddox se acercó a mí con una amplia sonrisa, y tocando cada lado de
mi rostro me dio un cabezazo. Me tambaleé unos segundos, será mejor que se vaya
quitando ese jodida costumbre de saludarme como un salvaje.
—Gracias, Grey. Quise organizarte ésta
fiesta para agradecerte correr con todos los gastos de nuestro viaje.
—Tú me obligaste. —dije. Aún en shock,
tratando de sonreírle a todo el mundo porque tampoco soy un mal educado. Maddox
se encogió de hombros. —Bueno, ya que, la verdad queríamos otro pretexto para
celebrar.
—Y la verdad os hará libres. —dije
mientras Eaton me abrazaba
—Gracias, Grey. —dijo, y me advirtió que
más tarde me lanzaría cuchillos. Supongo que es su forma de agradar a alguien.
Y luego Black me dio un codazo. — ¡Qué
bueno que tuviste que hacer algunas diligencias de negocios hoy, o te hubieras
presentado a la fiesta como un fodongo!
Él tiene razón. A diferencia de ellos, que
son unos vagos, yo aproveché éste viaje para concretar algunos negocios.
—Te ves tan estúpido cada vez que usas
traje y corbata, Grey. —dijo Maddox, escaneando mi vestimenta.
Lightwood también me abrazó. —Espero que
sepas que Cipriano me dijo que tú le das escalofríos. —le conté.
—Me han dicho cosas peores. “Rubio
teñido”, por ejemplo.
Miré a Cipriano y él rió.
Una vez que todos se turnaron para
abrazarme, codearme, darme puñetazos en el hombro y decirme gracias, me incliné
hacia el oído de Cipriano. — ¿Invitaron a Anastasia?
—Llamará más tarde —susurró—. Daemon no
pudo avisarle a tiempo, así que llamará en lugar de viajar.
Black subió el volumen de la música y todo
el mundo grito.
—¡Ven aquí, Grey! —dijo, abriéndonos paso
hacia la cocina. Él alineó varios caballitos en el mostrador y sacó una botella
de tequila del bar—. Estamos muy agradecidos contigo, Sumiso —sonrió, llenando
cada vaso—. De esta manera celebraremos: Estuvimos aquí casi veinte días, y esa
es la cantidad de caballitos de tequila que prepararé para ti. Puedes beber
todo o no terminarlo, pero mientras más bebas, más de estos consigues —dijo,
abanicándose con un puñado de billetes de veinte dólares.
—Soy Millonario, Black. No necesito ese
dinero —chillé. ¿20 días en Las Vegas y ya olvidaron quién es el Jefe del Jefe
de su Jefe?
—¡GALLINA, GALLINA! —gritó Maddox imitando
a una de esas aves. Santo Infierno, tendré que aceptar la apuesta.
Miré a Black, sospechosamente. — ¿Tendré
veinte por cada caballito que beba?
—Así es, Grey. Y para burlarme de tu
arrogancia, diré que voy a perder sesenta dólares al final de la noche.
—Reconsidéralo otra vez, Alienígena —dije,
agarrando el primer vaso, dejándolo entre mis labios, echando mi cabeza hacia
atrás para vaciar el caballito y luego limpiar mi boca con mi otra mano.
—¡Mierda! —exclamó Maddox. El Cabrón está
sorprendido.
—Esto será realmente un desperdicio, Black
—dije, limpiando las esquinas de mi boca.
La sonrisa de arrogancia en el rostro de
Daemon se desvaneció, negó con su cabeza y se encogió de hombros. —Acaba con
esto, entonces. Tengo la billetera llena con billetes de quienes dicen que no
puedes terminar diez caballitos.
Entrecerré mis ojos. —Doble o nada, yo
digo que puedo beber quince.
— ¡Wau! —gritó Peeta—. ¡No podemos
hospitalizarlo un día antes de irnos de este lugar, Sr. Grey! —El pastelito con
relleno cremosito está indignado, al menos uno de ellos si se preocupa por mí.
—Él puede hacerlo —dijo Cipriano, mirando
a Black y después a Peeta.
—¿Cuarenta dólares por cada trago? —dijo
Black, pareciendo inseguro.
—¿Tienes miedo? —pregunté.
— ¡Diablos, no! Te daré veinte por trago,
y cuando llegues a quince, duplicaré el total.
—Hora de celebrar —dije, tomando otro
vaso.
Una hora y tres caballitos más tarde,
estaba en medio de la pista bailando “El Pollito Pío” con Maddox. La canción
era pegajosa, y Maddox cantaba la canción para mí mientras bailábamos: “En la radio hay una gallina… En la radio hay una
gallina… La gallina coo y el pollito pio… el pollito pio, el pollito pio, el
pollito pio, el pollito pio.” Él se inclinó hacia mí al final del
primer coro, y me siguió molestando con eso de ser una jodida gallina, suspiré
intentando contener el enojo.
—Búrlate si quieres, pero te aseguro que
terminaré con todos esos tragos —reí.
—Eso tengo que verlo, Grey.
Negué con la cabeza y continúe bailando:
“En la radio hay un pavo, En la radio hay un
pavo… el pavo glugluglu, el gallo corococo, la gallina coo, y el pollito pio,
el pollito pio, el pollito pio, el pollito pio.” Cuando la música
cambió a un ritmo más rápido, el teléfono sonó. —¡Ana! —dije, corriendo a
contestar—. ¡Llamaste! —grité en cuanto acerqué a mi boca el auricular.
—Lamento llamar tarde, 50 —dijo—. Te extraño.
—Yo también —dije, viendo a Maddox
observando por el rabillo de mi ojo. Él había improvisado otro Karaoke —¿Llevas
contigo el llavero que te regalé?
—Dije que lo haría. Me gustaría que
estuvieras aquí… y bailar.
La imaginé sonreír. —A mí también me
gustaría estar ahí.
—Oh, bueno, ¿Quieres ser testigo de mi
bebida número cinco de Tequila? —Sonreí, y le platiqué lo de la apuesta—.
Tendré el doble si al final de la noche tomó quince.
—Eso es un poco peligroso, ¿no?
Me acerqué más al auricular como si
pretendiera decirle un secreto. —Voy a acabar con ellos.
—Oh —dijo, e imaginé a su Diosa interna
frunciendo el ceño con desaprobación—. Con cuidado, 50.
Me encogí de hombros. —Estaré bien, Nena.
Anastasia no se escuchaba impresionada,
aunque sí muy preocupada. —No puedo hablar contigo durante mucho tiempo, tengo
que bañar a Bip.
Caminé hacia el mostrador, tomé otro vaso
y lo bebí, lo dejé caer fuertemente en el mostrador como lo hice anteriormente
con el cinco. Black me dio otro billete, y baile tontamente por la Suite.
Maddox me empujó por la pista de baile y Lightwood gritó: —¡CON LOS
TERRORISTAS! —coloqué el teléfono un momento en el piso y los tres bailamos el
Harlem Shake.
Eaton me dio un golpe en el trasero.
—¡Uno! —Agregó Cipriano dándome un segundo
manotazo en el trasero, y luego todo el mundo en la fiesta se unió, yo esperaba
que Ana aún no hubiera escuchado eso.
En el número veinte, Maddox frotó sus
manos. —Mi turno.
Froté mi trasero adolorido. — ¡Se amable!
¡Me duele el trasero! —Con una sonrisa malvada, él tomó impulso. Cerré mis ojos
con fuerza. Después de unos momentos, los entre abrí de nuevo. Justo antes de
que su mano hiciera contacto y me diera un menudo golpe que incluso superó a
Elena como mi Dominante en la época que fui su Sumiso.
—¡Veinte! —exclamó el hijo de puta.
Los invitados aplaudieron, y Peeta salió
de la cocina llevando un pastel en sus manos. No era mi cumpleaños, pero
la fiesta era en mi honor. Puse los ojos en blanco cuando hicieron una
porra y en la parte de gritar mi nombre la habitación entera estalló
llamándome: “Sumiso”. Maddox, por el contrarío, se partía de la risa.
Otra lenta canción provino del equipo de
música, y cogí el teléfono para continuar hablando con Ana.
—Lo siento —dije para disculparme por
hacerla esperar.
Apoyé mi espalda contra una pared.
—¿Saludas a Bip por mi?
—Lo haré. —dijo con su dulce voz.
—¿Todo bien?
—Creo que es descortés de tu parte estar
hablando conmigo cuando tienes invitados ahí.
La imaginé hacer un puchero. —Tienes
razón. Sólo quería hablar contigo antes de que terminara la noche.
—Muy pronto estarás acá y podremos hablar
el tiempo que quieras.
—¿Ya te vas?
Ella suspiró. —Ya te dije que tengo que
bañar a Bip.
Apreté mis labios. —Bien. ¿Me llamarás por
la mañana? —le pregunté tiernamente. Maddox estaba cerca, y estoy seguro que me
escuchó decirle eso Ana porque hizo un gesto como si pretendiera vomitar.
—Prometido. —dijo ella y la imaginé poner
los ojos en blanco.
—No ponga los ojos en blanco, Señora Grey.
No olvide que sé cuando lo hace.
Ella rió y me envió un beso antes de
colgar. Noté que Lightwood, Cipriano y Maddox estaban mirándome fijamente.
—¡Mamá ya colgó! —celebró esa Rata de dos
patas cuando alejé de mi odio el auricular del teléfono—. ¡Hora de que la
fiesta comience!
Todo el mundo aplaudió, y Maddox tiró de
mí al centro de la pista.
—Un momento… iré por otro trago —dije,
obligándonos a caminar hacia el mostrador.
Bajé de golpe el vaso cuando terminé otro
trago, y reí cuando Peeta tomó uno de los del final, haciendo muecas al bajar
el caballito. Agarré otro, y tragué mientras Maddox regañaba a Mellarksito por
beber.
—Pensé que era 7 Up. —se excusó él, ¿7 Up?
Cosita inocente.
—Yo me encargo. —dijo Eaton a Maddox y se
llevó a Peeta con él.
—Siete más, Grey —dijo Daemon, y me
entregó dos billetes de veinte dólares más.
Limpié mi boca mientras Maddox me empujaba
a la pista de baile otra vez. Esta vez bailé el Oppa
Gangnam Style. Y después me subí a una mesa, me saqué el cinturón y canté esa
canción del “Chombo” que dice: “Y si ella se
porta mal, dale con el látigo.” recordando
mi mejor época como amo y Dominante.
Imagino que debí verme
muy ridículo porque me obligaron a bajar de la mesa.
—¡No has probado tu punto! —dijo—. Aún te
faltan varios caballitos por beber y no te veo cerca de ellos, Grey.
—Al diablo contigo —dije arrastrando las
palabras—. Tengo seiscientos dólares que me esperan en esos tragos, y tú de
todas las personas no vas a decirme que no soy capaz de hacerlo.
—Entonces mueve ese trasero, Grey.
—Ya lo estoy moviendo —me burlé.
—No lo vas a conseguir —dijo con una
expresión suave… desafiante.
Miré sus cálidos ojos marrones por un
momento, sintiéndome perdido dentro de ellos. La habitación estaba congelada en
el tiempo mientras nos miramos el uno al otro, tan cerca que podía sentir su
respiración en mi piel. Me está retando. El hijo de puta me está retando al
insinuar que no lo puedo hacer.
—¡Más tragos! —grité, tambaleándome hacia
el mostrador.
—Te ves acabado, Grey. Creo que es hora de
admitas que terminó tu noche —dijo Daemon.
—No soy una gallina —dije con autoridad—.
Quiero ver mi dinero.
Black colocó un billete de veinte debajo
de los últimos dos vasos, y luego les gritó a todos.
—¡El Sumiso va a beber los últimos!, ¡Necesito quince!
—¡El Sumiso va a beber los últimos!, ¡Necesito quince!
Todos se quejaron y pusieron los ojos en
blanco, les di unas cuantas nalgadas a los que pude mientras el resto buscaba
sus billeteras para sacar billetes de veinte y colocarlos al lado del último
trago. Maddox había vaciado los cinco tragos más al lado del número quince.
—Nunca hubiera creído que podría perder
cincuenta dólares en una apuesta de quince tragos con Christian Grey —se quejó
Eaton.
—Créelo, Eaton —dije, tomando un vaso con
una mano.
Bajé el vaso y esperé que el vómito se
elevara en mi garganta para salir.
—Sr. Grey? —preguntó Mellarksito, dando
un paso en mi dirección. Se veía preocupado y a la vez un poco mareado.
Conejito bebé. Ese único caballito que se empinó lo desubicó un poco. Aún así
le agradezco ser el único que se preocupa por mí.
Levanté un dedo y Daemon sonrió. —Él va a
perder —dijo.
—No, no lo hará —Patch negó con su
cabeza—. Respira profundo, Grey.
Cerré mis ojos e inhalé, tragando lo
último de mi bebida.
—¡Santo Dios, Grey! ¡Vas a morir
envenenado de alcohol! —gritó el Rubio.
—Él lo tiene —le aseguró Cipriano. Me
alegra que ese jodido Ángel caído crea en mí.
Levanté mi cabeza y permití que el tequila
bajara por mi garganta.
Mis dientes y labios se habían entumecido
desde el trago número ocho, y los efectos en ese trago había hecho que
estuviera casi en el borde.
La fiesta entera estalló en silbidos y
gritos mientras Daemon me daba un fajo de billetes.
—Gracias —dije con orgullo, metiendo el
dinero en mi bolsillo.
—Estás increíblemente ebrio justo ahora
—dijo Maddox en mi oreja mientras caminamos por la Suite.
Todos bailamos hasta la mañana, y el
tequila corrió a través de mis venas hasta que me adentró en el olvido.
Cuando mis ojos finalmente pudieron
despegarse para abrirse, vi que mi almohada consistía en unos jeans y piernas.
Maddox estaba sentado con su espalda contra la bañera, su cabeza inclinada
contra la fría pared. Él parecía tan incómodo como yo me sentía.
—Estoy aquí —dije—. ¿Por qué no te vas a
la cama? ¿Quieres dormir un poco más?
—Sí, estoy bien. Bueno, tan bien como se
podría estar. Me sentiré mejor una vez que me dé un baño.
—¿Estás preocupado por mi? —me reí. No
puede ser.
Él tomó mi barbilla entre sus manos y
limpió una mancha de pastel debajo de mis ojos con sus pulgares. Mierda.
¿Follamos y ahora cree que somos pareja?, ¿o por qué hizo eso? —Si te perdemos
quién va a cancelar la enorme cuenta del hotel, Grey. Además, tú me salvaste la
otra noche. Yo simplemente no podía irme de Las Vegas sin estar a mano contigo.
—me dijo con una sonrisa socarrona. Debí imaginarlo.
—Bien, no voy a hacerlo otra vez. ¿Feliz?
—Sí. Sin embargo, tengo algo que decirte,
si prometes no asustarte.
—Oh, Dios, ¿Qué hice?
—Anoche… me pediste sexo.
—¿QUÉEE? —grité. No. No. No. Imposible.
—¡Tu cara, Grey! Dios, debí tomarte una
foto. —se río el infeliz. Era broma. Hijo de puta.
Maddox estaba de pie en la puerta de su
Suite, sonriendo mientras yo me dirigía a la mia.
—Gracias por quedarte conmigo anoche
—dije, tras reconsiderar su gesto—. No tenías por que dormir en el suelo del
baño.
—Anoche fue una de las mejores noches de
mi vida. Nunca me había reído tanto.
Me froté los ojos para ver mejor su
expresión. Cuando vi que él hablaba en serio, le disparé una mirada dudosa. —
¿Dormir entre un retrete y la bañera y en el frío y duro piso con un idiota
vomitando fue una de tus mejores noches? Eso es triste, Maddox.
—No, sentado contigo cuando estabas
enfermo, y tú durmiendo en mi regazo fue una de mis mejores noches. No fue
cómodo, no dormí casi nada, pero estuve con tu “yo borracho”, Grey. Quiero
decir, realmente eres gracioso cuando estás bajo los efectos del alcohol.
—Estoy seguro que entre eructando y
vomitando fui muy encantador.
Él se acercó a mí, y riendo el infeliz.
—Eres el único hombre que conozco que me hace reír con la cabeza dentro del
inodoro. Y eso es mucho decir.
Intenté recordar una vez más la noche
anterior. Triple Mierda. Me mojó la cara con agua del retrete, estoy seguro.
Respiré hondo. Hijo de Elena Robinson.
—Supongo que estamos a mano por lo del
ascensor. No haré que seas mi niñera otra vez.
Se apoyó contra la pared. —Como sea. Nadie
puede empinarte en el retrete como yo. —río otra vez—. Anda, Grey, ve a darte
un baño. Yo iré por el autobús mágico. Llegó la hora de regresar a casa.
Jajaja estos chicos cada dia estan mas desatados ayyy mi Grey borracho con mucho gusto le hubiera sujetado la cabeza yo para que vomitara me hubiera cambiando por Travis jajaja.
ResponderEliminarMe encantan estos chats haber que nos espera la proxima semana.
Besotes!!!
Seguro que tu le hubieses tratado mucho mejor!! jajajaja con mimo cariño...y mucho amor!! jajaja.
EliminarLa proxima semana empezamos con nuevos chats creo;). Muchas gracias por pasarte besitos
Esta guay , vaya despiporen que tienen yo con muxo gusto le cuidaria sñr grey.sandrafranch
ResponderEliminarJajajajaj como para no, gracias por pasarte guapa besos
Eliminarjejjejeeje he de decirte q la pareja madox grey me encanta !!! que dos de verdad pobre grey pero me rei mucho cuando al final madox se pone tierno xd.
ResponderEliminarpor otro lado me he reido cuando lei lo de rata de dos patas me acorde de flo la semana pasada cantando jeje y el pollito pio jejejej
Que pena que se vayan de las vegas la verdad .... pero bueno gracias como cada miercoles por alegrarme y hoy especialmente con esa foto de nuestro matt en magic mike (bababassss) bssss
Este capitulo esta incluso mejor que el de maddox contando cincuenta sombras. Sin duda se superan!
EliminarBueno la semana que viene comienzan con otras cosas asi que ya veremos que tal;) Besitos guapa
Grey borracho no casi inconsciente que bueno, son la bomba estos chicos. Me muero de la risa.
ResponderEliminarMañana otro capitulo que bien.
Jajajaja ya te digo, la verdad es que siempre que se emborracha grey es gracioso jajaja pero en esta lo mejoran!! gracias por pasarte guapa besos
Eliminaruff pero que chicos estos no! son unas tremendura y una combinación nefasta!
ResponderEliminarjajaaj yo le sujeto lo que quiera a grey jajajjaja, son la mas jajaja, mañana otro capitulo de tu novela que ganas jaajajjaja, bss
ResponderEliminarJajajajaja muy bueno
ResponderEliminarTe imaginás una sala en las que estén todos bailando el Harlem Shake? Yo me muero... que sexys chicos jajajajaja
Nos vemos, Sam :*
Buenísimo .... lloré de la risa , mas cuando Travis le canto a Grey el pollito pío y cuando Peeta se tomo el caballito pensado q era 7 up jjajajajajajajajaja , buena adaptación ,
ResponderEliminarJajajajajjajaa
ResponderEliminarEstos chicos cada dia estan mas graciosos!!! Imaginarme a Grey devolviendo todos el tequila mientras Travis lo sostenia es muy chistoso!!!!
Me encantan estos chats!!! A esperar hasta el prox miercoles!
Besos!!!
uy, aún no me he presentado con Travixx a pesar de q tengo todos los libros, siguen pendiente para leerles. Así q éste chat, lo dejaré para otra ocasión para saber la diferencia exacta... =)
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